jueves, 5 de febrero de 2009

¿Existen las víctimas?

1) No se puede ser víctima de haber nacido, ni de las leyes físicas del universo, ni de la materia, ni del Ser, ni del Misterio, ni del Gran Moco Cósmico que todo lo une.

2) Ser víctima significa que una acción no incluída en el punto uno cayó sobre mí y yo no puedo ser responsable de haber estado justo ahí donde la acción me cayó. Ejemplo: una caja fuerte cae sobre mi cuna mientras duermo un sueño apacible después de haber sido amamantado; la responsabilidad de haber puesto la cuna en tal peligroso lugar no es mía, como tampoco fue mía la elección de meterme en la cuna, aunque admito lo cómodo que se estaba ahí hasta la caída de la caja fuerte.

3) Hace poco pasó: voy caminando por Pinamar volviendo de mi trabajo y de golpe me cae un botellazo desde un balcón y me parte la cabeza. Soy un adulto y soy responsable de estar caminando por donde estaba caminando. Esto no significa que podía prever la posibilidad de un botellazo en tales circunstancias. Se necesitan más datos para saber si soy una víctima. Pero sea una víctima o no, no tiene relación alguna con la responsabilidad de los que me arrojaron la botella. Que yo haya podido tener un indicio de que estaban por tirar un botella del balcón o que haya sido imposible para mí darme cuenta de que semejante cosa iba a suceder, no modifica en nada la criminalidad del acto de arrojar una botella por un balcón. EN NADA. Una creencia popular argentina parecere sugerir que si uno no fue víctima de la situación, entonces se la merece por boludo y es más culpable que el que cometió el acto criminal.

4) Volviendo al caso del punto 3, supongamos una situación. Voy caminando, me llama la atención el jolgorio desmedido en un balcón. Noto que el balcón está cargado de borrachos que me ven, me gritan cosas inentendibles y me hacen gestos. Noto también que a los pies del balcón hay pedazos de botellas rotas, probablemente arrojadas por los borrachos luego de haberles bebido el contenido. Pienso: "no van a arrojar una botella justo cuando paso yo, no pueden ser tan hijos de puta". Paso y me como el botellazo. No soy una víctima de la situación, lo que no significa que no hayan cometido un crimen contra mí en donde salí muy perjudicado. Tampoco significa que soy un niño que aún no aprendió las lecciones básicas. Esta para mí es una lección avanzada, una de esas lecciones que se siguen aprendiendo durante toda la vida. No hay duda de que voy a aprender algo de toda la situación si logro ver mi parte en los actos... y si sobrevivo al golpe, claro está.

5) Otra situación siguiendo la del punto 3. Voy caminando, no oigo ruidos ni noto señal alarmante alguna. Me cae un botellazo. Me despierto en el hospital y me cuentan lo sucedido. Me resulta una historia extraña, ajena, que me cuesta creer (aunque la rajadura en el cráneo no hace más que confirmármela). En esta situación me resulta muy difícil aprender algo. Me siento una víctima, alguien que lo único que hizo fue pasar por ahí, hacer lo que todos hacen siempre y no les pasa nada. ¿Qué puedo aprender de toda esta situación ridícula?

6) Capítulo de Kung Fu: Kane de niño es mandado al pueblo junto con otro estudiante a realizar unas compras. Al salir del pueblo de regreso al monasterio, un hombre les aconseja volver por el camino del bosque para evitar los ladrones. Los niños agradecen y toman el camino del bosque. En medio del bosque son asaltados. Al regresar al monasterio, el maestro le pregunta al otro estudiante qué aprendió de la situación. El estudiante responde: "a no confiar en extraños". Luego le pregunta a Kane qué aprendió. Kane responde: "a esperar lo inesperado". El maestro echa del templo al primer estudiante y sonríe a Kane.

7) El magistral movimiento de Kane no es haber llegado a una frase paradójica desde el punto de vista occidental, sino de haber llegado a una enseñanza. El logro de haber cosechado una fruta dulce de un árbol que parecía seco. El otro estudiante cosechó una fruta amarga y venenosa.

8) Si de la situación del punto 5 aprendo que es mejor no caminar más por las calles de Pinamar ( o de todas las ciudades del mundo), merezco que me echen del templo.

9) Ser víctima es una situación incoveniente cuando busco mantenerme fuerte o serlo aún más. Cuanto más débil me sienta en una situación, más me debilitaré encasillándome como víctima. Aunque las víctimas existan (y la mayoría de ellas sean niños), siempre me fortalecerá poder verme como activo en la situación y poder encontrar algo para mejorar en mi actuar.

10) ¡Qué difícil ser Kung Fu en una sociedad que invisibiliza y manipula las situaciones para hacer aparecer a todos como víctimas!



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