viernes, 28 de mayo de 2010

Prevención de la bondad

0) Tres son las áreas de acción de los llamados profesionales de salud: área terapéutica, área preventiva, área de promoción de la salud.

1) Entre mis múltiples pestañas del browser que jamás cierro, encontré recién perdida una en la que se veía un anuncio de un evento y figuraba el ya famoso furcio entre los profesionales de la salud que dice así: "Prevención de la Salud". Recordé las veces que algunos profesores no muy expertos en la materia llenaban algún punto de sus discursos con este lapsus-rotulus que haría a Freud estallar en carcajadas mientras apunta a su interlocutor con el dedo índice extendido.

2) Se me ocurrió entonces utilizar Google para comprobar cuántas veces se había cometido el furcio en la web. Imaginé antes de apretar "buscar" que los resultados podían llegar a estar entre los cientos de miles; tan enorme es la cantidad de páginas indexadas y tan escaso el conocimiento sobre salud (en el mundo hispano al menos). Nunca imaginé que me encontraría con esto:

"prevención de la salud" Aproximadamente 41.200.000 resultados (0,76 segundos)

3) El famoso chiste, cuya atemperada versión bennyhilliana decía algo así como "Coma en Joe's, cien mil moscas no pueden estar equivocadas", me hizo correr al diccionario. ¿Qué significa prevenir?

4) Encontré una acepción en la cual prevenir significa precaver, evitar, estorbar o impedir algo. He aquí la acepción de mi mencionado furcio. Lo que (queremos imaginar que) se intenta evitar no es la salud sino la enfermedad. El concepto correcto sería "prevención de la enfermedad", a no ser que haya un plan diabólico mundial de intentar evitar que la gente siga realizando molestos actos de salud que los aleje de pagar algún servicio para ser salvados de alguna cosa.

5) Pero... ¿41 millones? Probablemente la mayoría de los que utiliza esta frase se refieran entonces a la otra acepción de prevenir: advertir, informar o avisar a alguien de algo.

6) Por un lado podría suceder que "prevención de la salud" nos hablara de que la salud es el alguien a advertir de algo. Tal vez quieren advertir a la salud de que se le viene encima la enfermedad, siguiendo el viejo adagio de la medicina que define salud como ese precario estado transitorio que no presagia nada bueno. Aunque en correcto castellano esto sería "prevención a la salud", por lo que esta teoría queda descartada (y si quisieron decir esto, que aprendan a hablar).

7) Por otro lado podemos entender que "prevención de la salud" es avisar a alguien que se viene la salud. La salud es lo que advertimos, sobre lo que avisamos. No vaya a ser que agarre a alguien desprevenido y le quite las famosas ganancias primarias y secundarias de la enfermedad de las que ya nos hablaba Freud. Esta interpretación de la frase me suena un poco más optimista: "Ea, todos a bailar que ya está llegando la Salud", "Viva la santísima y sagrada Salud que se no está viniendo encima". Lo que no me cierra son ahora las prácticas que se hacen bajo su nombre, que intentan evitar que suceda algo generalmente considerado negativamente. Si la Salud se está viniendo es porque ahora no está, y si la acción es la que ayuda a que advenga, caeríamos así en curación de enfermedad, o sea en el área terapéutica.

8) Recuerdo que el furcio se daba tan seguido en la facultad porque no había casi profesores que pudieran distinguir con claridad entre las áreas de prevención de la enfermedad y promoción de la salud. Un ejemplo que intentaban ubicar en promoción era el de una acción que, para evitar deserción escolar de adolescentes que quedaban embarazadas, organizaba guarderías infantiles en las escuelas secundarias. Obviamente esto es una acción preventiva, que previene la deserción escolar que haría aquí las veces de problemática (aunque sea exagerado llamarla enfermedad). Recuerdo con ternura a una compañera que, confundidamente escandalizada ante mi aclaración de que la acción pertenecía al área de prevención, gritó: "¡Pero quedarse embarazada no es una enfermedad!".

9) Un profesor muy sabio, de la movida sistémica de Palo Alto, nos dijo una vez: "hoy incluyo por primera vez, entre mis categorizaciones de las corrientes en psicología, a la psicología de la salud. Esta disciplina es posiblemente el futuro de nuestra profesión". Que haya 42 millones de páginas en la web que confunden enfermedad con salud es un hecho que parece darle a mi profesor el sustento de sus dichos.

10) ¿Y qué es entonces la promoción de la salud? Queridos lectores, responder a esta pregunta no es incumbencia de este post.

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sábado, 13 de febrero de 2010

Disciplina

1) Hace unos días, hablando de futbol con mi ahijado, comentando sobre los jugadores de la selección argentina que nos gustaban o no, frente a su argumento sobre un jugador que solamente jugaba por amor al juego, le recomendé no olvidarse de lo importante que también era en este jugador la disciplina. Sus ojos se abrieron de par en par mientras me preguntaba horrorizado qué tenía que ver la disciplina en todo esto.

2) La connotación negativa de la palabra disciplina (del latín disciplīna, cuya raíz discere está también en palabras como discípulo y significa aprender), que resuena tanto en la cabeza de mi ahijado como en muchísimos porteños de hoy día, sin dudas provenga de su utilización histórica en el ámbito militar. Luego de tantos años de dictadura no es solamente la palabra autoridad la que se llevó una carga negativa en nuestro país.

3) Sin embargo en personas sin tantas influencias políticas en sus cabezas y dedicadas a otros ámbitos que los militares/político/sociales, la palabra disciplina es moneda común y la única connotación negativa podrá aparecer cuando la fiaca intenta competir con las ganas de lograr algo.

4) Me hace gracia leer en Wikipedia que el artículo de Disciplina en español termina aclarando que hoy día es preferible utilizar, para el concepto de comportamiento ordenado pero no impuesto por otros, la palabra autodisciplina. Mi rechazo al recurso progresista de agregar el vocablo "auto" a toda palabra que haga recordar cualquier problemática censurable (recurso de quienes sueñan con un mundo de individualidad extrema en donde gracias a la autodisciplina, la autoestima, la autocrítica, la autoayuda y el automasaje, podemos liberarnos finalmente de esa incomodidad llamada "el otro") vale el esfuerzo de ser un poco más aclarada en este caso.

5) Regresando un poco a las raíces eitmológicas, el concepto de autodisciplina implicaría algo así como ser discípulo y maestro al mismo tiempo... de uno mismo. Implicaría que hay mucho para aprender de uno mismo (perdón, la frase de moda es "aprehender de uno mismo") no necesariamente a través del reflejo en la mirada de los otros sino mucho más sencillamente mediante algo como la introspección del autoanálisis que en el pasado solamente de personajes de la talla de Freud se condescendía a aceptar.

6) La tendencia hoy día en el ámbito educativo parecería ir de la mano con las ideas del punto cinco. Los alumnos no quieren que les digan qué hacer, qué aprender, cómo comportarse, cómo utilizar la escuela. Todo eso es típico de una sociedad disciplinaria que nos quiere convertir a todos en robots. Los niños y adolescentes de hoy quieren ser ellos quienes elijan cómo formarse, ser ellos sus propios maestros y cortar de una vez por todas con ese pasado de seres humanos que no hicieron más que pecar.

7) Es divertido pensar en intentar convencer de estas ideas a los San Antonio Spurs. ¿Para qué un grupo de talentosos jugadores de basquet como son los Spurs tienen que estar escuchando a un entrenador tan serio y disciplinado(r) como Greg Popovich? Y ni hablar de esos equipos que tienen un entrenador gritón, enojón y que pretende que todos hagan lo que él dice. Creo sinceramente que serían muy pocos los jugadores de talento que podrían llegar a creer que un equipo de basquet funcionaría mejor sin tanta disciplina, y tan solo con esa ilusión llamada autodisciplina (los jugadores no podrían ni siquiera decirle a sus compañeros qué hacer, solamente tendrían que decirse qué hacer a ellos mismos). Mucho menos me imagino a un equipo funcionando así.

8) Mi ahijado, cuya disciplina pasa hoy día solamente por la paupérrima que recibe en un colegio que lo aburre de muerte (fantochada de disciplina que parecería colaborar más a formar rebeldes light que consideran libertad el estar suelto por la vida que a construir límites que potencien), habría pensado que nada tenía que ver este concepto con ser un buen jugador de futbol. Y por supuesto que frente a una disciplina impuesta por quienes quieren controlarnos y dominarnos, por temor seguramente a cuánto podamos crecer, lo mejor que podemos hacer es rebelarnos. Distinto es si en nuestra rebeldía terminamos creyendo que el problema reside en que alguien nos imponga una disciplina.

9) Que nos impongan disciplina no nos quita eso que tanto cuidamos en nosotros mismos y que algunos llaman personalidad, carácter, esencia o incluso libertad. La opción sobre los caminos a seguir tomando seguirá pasando por nosotros, disciplinados o no seguiremos siendo libres mientras sigamos siendo humanos. Si mi sueño es convertirme en el mejor jugador de futbol del mundo, pecaría de tonto si llego a creer que toda la energía provendrá solamente de mí, o que puedo llegar a serlo sin esos límites de crecimiento que nos ofrece un otro.

10) Quiero cerrar este post con un simple razonamiento de moral spinozista. No todo lo que se recibe con disciplina será bueno, ni tampoco todo será malo. Si con la disciplina crecemos como personas, la disciplina nos será buena. Si no, nos será mala. La ética quedará del lado de qué clase de personas deseamos ser.


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