jueves, 16 de abril de 2009

Poppereando

Encontré hace poco en un blog amigo un link sobre el Escándalo Sokal. Me fascinó el buen humor y el gran efecto que causó Sokal con su texto. Buscando por la web encontré una muy buena entrevista a Alan Sokal en la cual me sorprendió encontrar algunas críticas a mi querido Karl Popper que resultan bastante oscuras y confusas. Volvamos a Popper:

1) Como bien señala Sokal, acusar a Popper de crear un falsacionismo ingenuo es una ingenuidad. Popper crea el falsacionismo y lo crea con una envidiable simpleza.

2) La simpleza del falsacionismo funciona debido a que el falsacionismo es, simplemente, una demarcación lógica de nomenclatura. El falsacionismo no nos dice qué es bueno y qué no es bueno. Tampoco nos dice qué es verdad y qué no es verdad. Simplemente demarca a qué debemos llamar conocimiento científico y a qué no. Antes de Popper, montones de personas llamaban conocimiento científico a un montón de cosas. Popper no intenta agrupar bajo una misma fórmula todos esos conocimientos. No intenta explicar cual diccionario o estudio sociológico a qué se llama conocimiento científico. Popper reinventa el conocimiento científico. Le da la posibilidad de limitarse, y así de lograr una solidez que empezaba a perder, principalmente con el advenimiento de las ciencias sociales.

3) En la entrevista Sokal critica a Popper por rechazar tajantemente la inducción. Es posible que Sokal haya leído las memorias de Popper en las que contaba cómo odiaba la inducción y las papafritas de McDonald's con demasiada sal. Sin embargo es importante separar estas opiniones personales del buen Popper de su genial falsacionismo. Según este último, toda inducción que parta de una proposición lógica es posible de ser considerada conocimiento científico. El clásico ejemplo: este árbol es verde, todos los árboles son verdes. Con encontrar un árbol violeta me alcanza para falsear el enunciado. Por lo tanto "todos los árboles son verdes" puede ser considerado conocimiento científico.

4) Sin embargo las teorías científicas son generalmente más prácticas y complejas que decir que todos los árboles son verdes. Y si encuentro un árbol que no es verde, y que no se comporta de la manera en que describo a los árboles, aunque seguramente deba ajustar mi teoría e incluir de alguna forma al nuevo descubrimiento, esto no significa que mi conocimiento previo de los árboles deba ser tirado a la basura. Es más, me puede seguir siendo sumamente útil en muchas ocasiones. Por eso es que pueden convivir la teoría de la relatividad, con la física newtoniana clásica y las teorías de la mecánica cuántica. Al menos mientras sus respectivos terrenos no sean completa y mutuamente invadidos. Aunque Einstein buscara hasta el final de sus días una única teoría que explique toda la mecánica del universo.

5) O sea: a) sostengo que todos los árboles son verdes; b) se descubre un árbol azulino; c) sostengo que todos los árboles son verdes, con algunas raras excepciones de otros colores, y que me voy a dedicar a estudiar árboles verdes; d) se descubren árboles amarillos que hablan y cantan con bastante buena entonación "la marsellesa"; e) sostengo que mi objeto de estudio son los árboles verdes y que no cantan; f) un árbol lila es elegido presidente de la república; g) sostengo que a mí solamente me interesan los árboles verdes, que no cantan y que sería absurdo pensar en que puedan ser presidentes, y que me importan tres bledos las excepciones.

6) El día que se descubra que en realidad solamente tres ejemplares de árboles son verdes en el mundo, que los demás cantan y bailan y se dedican a la política, la teoría sobre ellos que sostenía el imaginario científico del punto cinco caerá. El científico será acusado de armar una teoría universal por tan solo haber visto a tres ejemplares. Se probará que esos tres ejemplares se habían teñido las hojas y que trabajan desde hace siglos de estatuas vivientes. El paradigma habrá cambiado... del todo. Pero esto ya es terreno de Kuhn y no de Popper.

7) Sin embargo cuando se cree que la gordura es una enfermedad donde la persona es víctima de su estómago, y que su libre albedrío no entra en juego ya que la persona gorda es esclava de su metabolismo, no se está haciendo ciencia. ¿Por qué? Porque el libre albedrío no entra en los terrenos científicos, ni jamás lo hará. La ciencia nace, se desprende de la filosofía, justamente, para no ocuparse más del libre albedrío. A Aristóteles le encantaba mezclar sus observaciones botánicas con sus reflexiones sobre el Ser. Pero no a todo el mundo le gusta dispersarse tanto. A un científico que hace honor a su profesión, no le interesa si la persona es gorda porque su estructura genética lo determina a comer pastelitos o si lo es porque se le cantan los albedríos. Si un científico descubre un gen particular en los gordos, un gen que posean casi TODOS los gordos y la MINORIA de los flacos, entonces tendría algún argumento para empezar a desplazar al libre albedrío de las elecciones alimenticias. Hasta entonces, seré yo quien decida si esta noche de postre será un alfajor o una manzana.

8) Me gustaría poder encontrar al menos un ejemplo de conocimiento en el que la simpleza del falsacionismo no pueda aclarar la pertenencia o no de lo enunciado al campo científico. Espero tener entre mis lectores a alguien que no acuerde con mi amable mirada hacia Popper y nos pueda dar algún ejemplo de por qué Popper ya no corre más (Sokal es demasiado vago en su entrevista al respecto y no pienso comprar sus libros solo para descubrir, luego de varias horas y dólares gastados, que sus argumentos siguen siendo vagos).

9) También me gustaría contar con algún periodista o científico de esos que descubren que hay un gen que determina con cuánta sal nos gustan las papafritas de McDonald's. Si alguien conoce a alguno así, por favor: recomiéndenle este humilde blog.


6 comentarios:

  1. Absolutamente genial y simplemente explicado. La SIMPLEZA es peligrosa como bien sabía Popper, porque si las cosas se explican, y todo el mundo las entiende, hasta un humilde campesino te las puede discutir y rebatir. Y hay quien se esfuerza muchísimo por esconderse tras en lenguaje, con palabras técnicas y retórica, para no hacer lo que has hecho tú de una forma absolutamente magistral, simplificar.
    Un saludo.

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  2. Me dejó pensando tu comentario, Jesús. Nunca había pensado en eso de que si todo el mundo entiende, entonces todo el mundo puede participar en la discusión. Mientras que para las ciencias exactas ese escenario parecería caótico, para los problemas que nos conciernen a todos, como los que tratan las ciencias sociales (tsk), suena genial. Estoy seguro de que el Sócrates real compartiría este saber sobre el Ser que cada uno de nosotros poseemos y adquirimos durante nuestras particulares vidas por más simples que sean. Platón en cambio se dedicó a que parte de su conocimiento fuera esotérico y misterioso.

    Igual sigo confiando en leer también otras almas que se animen a compartir otras melodías.

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  3. Hombre, simplicar al máximo. Hay cuestiones que por su naturaleza son complejas por mucho que se trate de allanar el lenguaje.
    En una conferencia que se dió en unos cursos en Tenerife, el ponente proponía deconstruir el lenguaje, para facilitar la comunicacion entre las diferentes disciplinas científicas como unica forma de realizar avances en un futuro. Esto incluia a las ciencias sociales.
    En nuestra profesión, casi que el lenguaje se utiliza para protegerse y para diferenciarse, mas que como forma de avanzar.

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  4. Con lo que decís recuerdo a Eric Berne, que simplificó el lenguaje freudiano, además de poner el acento sobre cuestiones que el psicoanálisis no tenía muy en cuenta. No creo que haya ninguna facultad de psicología en el mundo (con excepción tal vez de USA) que tenga en cuenta su aporte, incluyéndolo aunque sea en alguna clase de historia.

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  5. Si es el mismo Eric, estamos hablando del padre del análisis transaccional, el cual es bien conocido al menos por estos lares. Vendría a ser, algo así como psicología sistemica, aunque desde luego no reniega del psicoanálisis. El simplificar el lenguaje psicoanalítico, que es muy metafórico y alegórico, me parece todo un acierto, pero entonces claro, pasa que puede entenderlo hasta un lego. En donde digo que mi madre es castradora, tengo que decir, que soy el niñito de mi mamá, que siempre me ha protegido y definido, y esos supone el estar siempre acojonado, salvo cuando estoy con mamá, que me protege, con lo que además mi mujer no está muy contenta con la situación generada. Una y otra explicación son lo mismo, pero la primera es muuuuuuuuuuucho mas opaca, mas técnica y por lo tanto mas dificilmente falsable.
    Un saludo

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  6. Me alegra saber que por allá conocen al buen Berne a nivel académico. Por aquí, en Argentina, es sistemáticamente ignorado y no solo por los psicodinámicos. Creo que en toda la bibliografía de la carrera de psicología de la UBA aparece solamente en un llamado a pie de página en un libro de Berger y Luckman.

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