miércoles, 4 de marzo de 2009

El mito de la libertad total

1) Distingamos dos libertades. Por un lado la libertad en sentido ontológico, o sea la libertad como potencia y posibilidad que cada ser humano posee como propiedad inalienable de su ser. Por otro lado la libertad otorgada socialmente, o sea la libertad como derecho que cada sociedad defiende y otorga a cada uno de sus ciudadanos. De la primera nos ocuparemos en este post.

2) De la segunda solamente cabe señalar que es una construcción social y por lo tanto sufre replanteos morales sobre su definición y alcance así como constantes mejoras (o empeoras) en las leyes que la garantizan. La libertad social puede ser calificada de mayor o menor comparativamente con otra libertad social alternativa según el punto de vista de una sociedad o de algunos de sus miembros. Jamás puede ser calificada de absoluta porque los actos que una misma sociedad se permite varían con el tiempo, más allá de que se puedan encontrar puntos en común en todas las sociedades humanas. La libertad social, lo que una sociedad considera como límites en el accionar de sus miembros, es siempre relativa.

3) La libertad ontológica en cambio es siempre absoluta. Sin embargo hay un mito urbano que llama generalmente libertad absoluta a una imposible de alcanzar libertad total. La diferencia es importante: libertad absoluta implica la imposibilidad de una graduación de la misma, la libertad existe o no existe. Libertad total, en cambio, significa lo contrario, que la libertad está graduada, acotada hasta un supuesto máximo que se considera inalcanzable. Según el mito esta libertad graduada es lo que todos poseemos, y generalmente en bajas cantidades. Fulano tiene una libertad 22/100, el pobre diablo de Mengano tiene una libertad 6/100. Pero la libertad 100/100 no la tiene nadie, porque siempre algo nos condiciona.

4) Si hablamos de la libertad social, podríamos decir, sin necesidad de referirnos a una escala precisa, que un ciudadano tiene una mayor libertad de expresión pública en Estados Unidos que en China. Tal vez en los dos países, el ciudadano puede salir a la calle y gritar a cuatro vientos la antigua profesión de la madre del presidente (esto se encuentra más del lado de la libertad ontológica de cada uno). Pero mientras que en China, el ciudadano probablemente sea capturado y hecho desaparecer, en Estados Unidos, si no es ignorado, tal vez inspire a un escritor para el guión de una película.

5) El mito de la libertad total se encuentra principalmente sostenido por dos grandes ilusiones: a) creer que el inconsciente no es responsabilidad de quien lo porta y es solamente una esponja que absorbe los mandatos más malignos de la sociedad, b) creer que los condicionamientos podrían ser quitados del todo y que así se llegaría a un nivel total de libertad.

6) Sobre la primera ilusión. El inconsciente no es un virus que los humanos portamos y que nos maneja cual titiritero a títere. Mi inconsciente es tan parte de mi persona como mi consciente. Soy responsable de lo que haga con ambos, por más que me sea mucho más fácil explicar lo que hago con mi consciente. Para simplificarlo aquí, podemos decir que el consciente es mi lenguaje y el inconsciente todo lo que queda por fuera de él. Necesito a mi consciente, a mi lenguaje, para decirme responsable de algo, pero puedo dar respuesta a diversas situaciones sin necesidad del mismo. Puedo actuar sin necesidad de hacer consciente cada uno de mis pasos, sin decir "voy a hacer esto" antes de hacerlo. Si automatizo mi reacción para responder violentamente cada vez que alguien me insulta, no puedo decir que no soy libre para elegir qué hacer cuando me insultan. No decido el automatismo en el momento en que lo efectúo, pero sí lo he decido allá lejos y hace tiempo cuando empecé a automatizarlo. Y también decido ahora no cambiar mi automatismo más allá del esfuerzo que eso requiera. Soy responsable de cada uno de mis actos, porque soy completamente libre en cada uno de ellos más allá de que sea o no consciente de todos ellos. La libertad, como la responsabilidad, abarca también lo inconsciente.

7) Sobre la segunda ilusión. Tengo que decidir si seguir en este trabajo o cambiarme al otro que me ofrecieron. En mi trabajo actual consigo gran satisfacción, pero lo que gano casi no me alcanza para comer. En el trabajo nuevo que me ofrecieron, jamás podría conseguir satisfacción, pero ganaré buena plata. Elijo el segundo trabajo y me quejo porque mi libertad se vio "acotada" por la situación. La ilusión me dice que si en los dos trabajos consiguiera satisfacción y en los dos me pagaran bien, sería "más libre" de elegir cuál quiero. Pero si realmente ambos trabajos me ofrecieran eso, inmediatamente mi sensibilidad me permitiría distinguir diferencias entre ambas satisfacciones y entre otros detalles diferenciales que ahora me parecen mínimos, por lo que nuevamente estaría condicionado. Y si vamos al extremo e imaginamos dos trabajos exactamente iguales, no solo no podría elegir por alguno de ellos sino que tampoco podría diferenciarlos. Si les dan a elegir entre vivir en este universo y en uno paralelo que es exactamente igual a éste, indistinguible. ¿Qué elegirían? ¿Cambia en el algo esa elección? ¿Es eso a lo que llaman libertad total?

8) La queja del quejoso-por-falta-de-libertad-total no se agota en lo expuesto en el punto 7 (nunca desestimen el poder de justificación de un quejoso). Lo que verdaderamente buscan estos quejosos detrás de la supuesta y absurda libertad total, es el Poder Absoluto. La ilusión infantil nunca del todo desterrada de poder jugar a ser Dios. Los que tenemos el mínimo intelectual necesario para distinguir que jamás llegaremos a la posesión del Poder Absoluto mediante la queja, preferimos engañarnos con la ilusión de que lo logramos al leer libros, ver películas, jugar videojuegos, y al realizar evasiones varias como por ejemplo tomar helado de dulce de leche con nuez. Cuando ya hemos jugado lo suficiente al Todo Poderoso, agradecemos la posibilidad de limitar nuestro poder de acción haciendo cosas como escribir libros, filmar películas, programar videojuegos o poner una heladería.

9) Pero también están aquellos que creen que son más sensibles porque logran entender lo desgraciados que somos todos. Que sueñan con una libertad en donde pueden no solo optar por el camino, sino también materializar instantáneamente el camino con las características caprichosas que a ellos se les ocurran. Y mientras las personas de acción siguen optando y construyendo mediante sus opciones caminos con las características caprichosas que a ellos, en conjunto y con esfuerzo (sin instantaneidad), se les ocurren, los quejosos persisten con su queja y con señalar que creerse libre es solo para los tontos.

10) La escencia de nuestro ser es la libertad. La libertad es aquello que jamás podrá ser explicado, porque es lo que explica. La libertad es aquello que jamás podrá ser observado, porque es lo que observa. La libertad es aquello que jamás podrá ser falseado, porque es lo que falsea. La Libertad es el Ser.


8 comentarios:

  1. Me encantó el punto 5.a. Es cierto que al inconciente sólo se le atribuyen las pestes de uno. Como si inconcientemente no hiciéramos también cosas buenas!

    Lo que me dejó confusa es el punto 9. ¿Los del punto 9 no son los mismos que los del punto 8? ¿La instantaneidad no es una de las atribuciones del Poder Absoluto?

    Saludos, Dennis. Excelente post!
    Shirubana.

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  2. Shirubana, me alegro contar con una defensora de las bondades del inconsciente. La diferencia que ahora imagino entre los del 8 y los del 9 es que los primeros disfrutan del deporte de la queja y los segundos gozan con la soberbia del que ha descubierto que todo es una mierda.

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  3. Gratísima sorpresa tu blog. Te encontré por psicoseando y con tu permiso te agrego en el mio.
    Un saludo desde Tenerife

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  4. Por cierto, se me ovidaba dejarte la dirección de mi blog: www.haymicabecita.blogspot.com. Los que puedes encontrar pinchando en mi perfil son "de trabajo", este es esencialmente crítico, así que espero verte por allí.
    Un saludo

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  5. Gracias y bienvenido, Jesús. Hundiré mis narices en tu blog crítico en cuenta pueda.

    saludos

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  6. Gracias y bienvenido, Jesús. Hundiré mis narices en tu blog crítico en cuento pueda.

    saludos

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  7. j4J4j4j4j4j4j4j4j4j4j4
    eso k
    osea

    XD

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  8. Anónimo, gracias por tu comentario. Me parece ver que entre tus estéticas risas virtuales intentaste balbucear algo sobre la médula ósea. ¿HuESO Kinesiología ósea? Ojalá la próxima puedas expresar lo que querés decir.

    saludos

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