1) Cuando era chico tenía la idea de que la izquierda era la tendencia política que llevaba a pensar que todo el mundo tenía que pensar, actuar y poseer por igual. Y que la derecha marcaba el camino hacia el cual los únicos que valían la pena eran los que pensaban, actuaban y poseían. Lo extraño es que representantes de ambas tendencias utilizaban la masacre como herramienta para lograr sus aparentemente disímiles fines. Recuerdo a mis padres explicarme el dilema de dos situaciones tan parecidas en extremos tan opuestos de lo que parecía un segmento de una recta: la derecha y la izquierda, en los extremos, se tocan.
2) La cosa era pues no un segmento sino un círculo. Los malos se ubicaban cerca de un punto llamado "izquierda-derecha", y los buenos cerca del punto diametralmente opuesto llamado "centro". Los malos querían poder para los suyos y muerte para los que pensaran diferente. Los buenos aceptaban las diferencias e intentaban construir entre todos algo llamado democracia.
3) La segunda guerra mundial había representado de alguna forma la batalla final entre los de derecha (la alemania nazi) y los de izquierda (la rusa comunista). Los rusos terminaron masacrando en mayor medida a los alemanes. Lo extraño de la historia fue que el otro factor determinante en la derrota de los derechistas del eje, fueron los Estados Unidos. Justamente el país inventor de la democracia moderna y de los conceptos actuales de libertad.
4) Pero justamente por sus características de aceptar diferencias, Estados Unidos era una potencia que podía decantar hacia el punto de "izquierda-derecha" del círculo por cualquiera de las dos direcciones. Como los derrotados habían sido los de derecha, el mayor temor ahora eran los de izquierda. La guerra se enfrió, y el enemigo no podía ser enfrentado directamente. Por dos motivos: porque era demasiado poderoso (la Unión Soviética) y porque podía estar por todas partes (dentro mismo de los Estados Unidos). Así que Estados Unidos tomó de alguna manera la posta dejada por la derrotada derecha, definiendo de alguna manera una nueva derecha.
5) La nueva derecha se liberó de las características típicas de la antigua derecha (incluso se olvidó de seguir pensando como derechistas a algunos dictadores populistas no tan conocidos que aún quedaban en pie, como Franco o Perón) y obtuvo sus características propias con sus dos puntos más distintivos: su férrea oposición al discurso izquierdista y su sistema político económico llamado liberalismo y oportunamente ya denunciado por un ídolo de la izquierda como Karl Marx.
6) Recuerdo que cuando cayó el muro de Berlín, cuando cayó el sistema comunista como idea opositora a la derecha capitalista, pensé (en realidad tardé varios años en darme cuenta y pensarlo): "es un buen momento para construir algo nuevo". China que bien pudo ser el heredero de la Unión Soviética, hizo un paso al costado y dejó todo tipo de ideologías de lado. Cuba era un puntito insignificante en el mapa ahora que no tenía misiles soviéticos para dialogar, e incluso la mala prensa del comunismo en el mundo y el aislamiento que le impuso el bloqueo de los Estados Unidos los disuadió de levantar mucho la voz por ese rubro.
7) La izquierda dejó de ser asociada al comunismo y nació una nueva izquierda. En Europa los izquierdistas pasaron a ser los socialistas, unos seres mucho más amistosos, dispuestos en ocasiones al diálogo y a limitar su campo de batalla en las políticas de la democracia, con prometedores resultados en algunos países nórdicos.
8) La globalización comenzaba y con sus maleficios y beneficios traían entre sus cosas a los discursos de derechos humanos. Los devastadores efectos de este discurso ya los he comentado en
otra parte, pero ahora quiero señalar un punto a favor de los DDHH: lograron una criminalización de las posiciones políticas cercanas al punto "derecha-izquierda". Los dictadores, apoyados tanto por la izquierda, por la derecha, o por la democracia de otro país, comenzaron a ser vistos no como ídolos de la sociedad sino como simples sinvergüenzas. América Latina se democratizó en su totalidad (con la eterna excepción de Cuba), y la gloria de los tiempos pasados quedó solamente en el recuerdo de los abuelos. En Alemania los nazis pasaron a ser mala palabra, en los territorios de la ex URSS los comunistas fueron despreciados, en Italia los fascistas quedaron completamente desprestigiados, en España los franquistas quedaron solamente en un recuerdo vergonzoso, y en Argentina los peronistas... eeeh... ejem... ¿se entendió el punto?
9) Recuerdo a un querido profesor de filosofía que nos enseñó la base filosófica de las tres formas de gobierno de la modernidad. Esta base se encontraba definida en la forma como cada una entendía la distribución de la riqueza.
10) Liberalismo: a cada uno según su esfuerzo.
11) Socialismo: a cada uno según su necesidad.
12) Comunismo: a cada uno por igual.
13) Queridos lectores, como ustedes bien sabrán, este no fue el fin de los discursos bidimensionantes que tratan de achatar la mirada para mantener su poder gracias al discurso opositorio dual (o sea, si todos piensan que solo hay dos opciones, nosotros siempre seremos una; en algún momento el otro hará algo que no guste y nos tocará el turno en la batuta).
14) Más fácil es poner a gente en contra de algo que a favor de algo, me decía un cínico y manipulador amigo una vez. Como la última gran derrota estuvo del lado de la izquierda, el monstruo más amenazante hoy día tiene que ser inevitablemente la derecha. Pero, ¿qué son hoy la izquierda y la derecha? No se pierdan el próximo capítulo, por este mismo blog y a la misma cualquier hora.